Friday, May 8, 2015

ES HORA DE REALIZAR POR PRIMERA VEZ LA RENOVACIÓN DE UN DOCUMENTO LEGAL.

Este post lo escribí hace aproximadamente un año, pero mi impresión sobre Service Ontario sigue siendo la misma... nada menos que excelente 

ES HORA DE REALIZAR POR PRIMERA VEZ LA RENOVACIÓN DE UN DOCUMENTO LEGAL. 
Hace dos semanas llegó a mi correo una misiva del Servicio Ontario recordándome que en 2 meses expira mi tarjeta de salud. Mi primer pensamiento fue, OH! el gobierno está al tanto de todo, y el segundo, mi resignación de asistir a una oficina pública.
Ciertamente, debido a mi profesión, estoy habituada a batallar y sufrir en la tramitación de asuntos y documentos legales en las oficinas públicas venezolanas; por lo tanto decidí asumir la situación con la mejor entereza posible y prepararme para un viacrucis tal y como lo hacía cuando vivía en Venezuela. Es así, como el día anterior reuní los requisitos necesarios, escogí la ropa adecuada, nada sport o de veraneo,  pues es una oficina pública (lo que en mi mente significa: Debes inspirar respeto) y me arreglé el cabello pues me iban a tomar una fotografía para mi nuevo carnet.
El día del evento, llego a la localidad a las 10:44am, (lo sé, no era para nada temprano), y justo al abrir la puerta observo varias cosas a la vez; primero, tengo 19 personas por delante, entre mujeres embarazadas, personas de la 3era edad, mujer con niños, todos en una mismas línea, esto es así por tratarse de un organismo público y deben respetar el derecho de igualdad de todos los usuarios sin ningún tipo de distinción, de lo contrario sería discriminación e irrespeto al ciudadano. Segundo, nadie le presta atención al código de vestir, y menos en verano, incluso el personal vestía franelillas, shorts y sandalias. Por otro lado, cinco taquillas se encontraban abiertas, atendiendo toda clase de trámites propios de ese departamento, lo cual se traduce en que ningún usuario era referido para otra taquilla a pesar de tener diferentes requerimientos entre sí; así mismo, de repente la trabajadora de la ventanilla Nº3 se levantó a tomar su descanso correspondiente, inmediatamente un sustituto vino a suplir su lugar.
Finalmente es mi turno, la funcionaria sonrientemente me ofrece los buenos días, toma mis documentos y los verifica, imprime la planilla, solicita mi firma, me extiende el comprobante comunicándome que en una semana mi nueva tarjeta llegaría por correo,  tomo el comprobante totalmente incrédula…ya terminó? Eso es todo? Salgo de la oficina y miro mi reloj, son las 11:02 am.
Camino por la acera hacía la parada del autobús, maravillada y extasiada del funcionamiento de esa pequeña oficina pública en un rincón de Burlington, en la Provincia de Ontario, Canadá, e inocentemente pienso, realmente no es necesario tener un papelito con un número para indicar cuál es el orden en una fila o línea de espera, tampoco es necesario capas y capas de formalismos para asegurar la veracidad de un trámite, basta con la simpleza de una buena organización y con la mentalidad y el ánimo de realizar un eficiente trabajo, para que un sistema organizacional y gubernamental funcione en calidad y cantidad.
Indiscutiblemente y como solía comentarle a mis colegas y alumnos; “todo es posible”, una vida mejor es posible, trabajar en un ambiente mejor es posible, sólo es cuestión de actitud, de educación y mentalidad, de respeto a la investidura del funcionario público,  al prójimo y la norma jurídica.
 En pocas palabras la esencial para el buen y armónico funcionamiento de una sociedad es; vivir, pensar y actuar como buenos ciudadanos.

                                                                        

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